viernes, 5 de abril de 2013

Fomento del arte ~

No soy religiosa.
Ni agnóstica.
Soy atea.

Fue una lucha silenciosa entre mi familia y mi padre. Entre religión y ateísmo. Y, a pesar de ser un ateo contra toda una familia religiosa, ganó mi padre. Todo tenía mucha más lógica.

Antiguamente, me decía él, las personas alababan al sol. Cuando se hacía de noche, rezaban y suplicaban asustados al cielo para que éste volviera a aparecer. Cuando se hacía de día, todos lo alababan de nuevo. Un día, uno de ellos no pidió al sol su regreso cuando se hizo de noche. Y, aún así, el sol salió. Porque así funciona. Entonces, dejaron de rezar. Y el sol siguió saliendo. Así funcionan las religiones.

Así que si puedo evitar la Semana Santa, mejor que mejor.
Y más aún si es viajando y sacando mi lado artístico con la fotografía.

Estuve de domingo a miércoles en el Castillo de las Guardas, Sevilla, y el miércoles al salir de allí, visitamos la Gruta de las Maravillas de Aracena.



















Lo pasamos bastante bien. Me atacaron dos pájaros, me olisquearon emús y guanacos, y me dio un beso un león marino.

Y a la vuelta, ¡PLAF! la Semana Santa sigue ahí. Y yo ya no me acordaba.
Al principio no me afectó mucho. Vi algún que otro penitente por la calle y ya está.
Pero el día que tuve que ir desde la Plaza de Toros hasta la Plaza Peral (10-15 min) y la procesión me hizo tardar 45 minutos... ese día fui consciente. Qué rabia, por favor.

Es que opino que si España es un país laico, no es justo. Es decir, me parece perfecto que se celebre la semana santa pero, entonces, deberían celebrarse las festividades de otros grupos religiosos minoritarios. ¿Y los ateos? ¿Por qué no celebramos el ateísmo?
Alguno pensará que esto ya roza lo absurdo pero... en el fondo... le veo mucho sentido.

Pero ya todo ha pasado, y el resto del tiempo lo he aprovechado con mis amigos y mi novio.
Así que todo fabuloso :D


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